Se cumple un año del primer decreto de estado de alarma, sin poder trabajar con normalidad, sin ayudas directas y con la amenaza de cierre de cientos de agencias

  • UNAV hace balance muy pesimista de la situación de las agencias de viajes nacionales, agravado por la clausura perimetral en Semana Santa y por un ritmo de vacunación a todas luces insuficiente para llegar a la temporada de verano
  • Con la crisis sanitaria han perdido cerca del 80 por ciento de su facturación en 2020 y temen que sin ayudas directas puedan cerrar 4 de cada 10 agencias de viaje en España 
  • Con el panorama actual, de hecho, el 84,5% de los agentes de viajes creen que será imposible recuperar los niveles de facturación del año previo a la pandemia
  • El 72,3% de los profesionales considera que, en el mejor de los escenarios, y con la situación razonablemente normalizada, facturarían la mitad que en 2019 o menos, aunque la estimación más frecuente es que facturarían entre el 30% y el 50%
  • Otro apunte preocupante: tres de cada 10 agencias no han podido mantener a toda su plantilla en 2020 y, un 23%, aunque aún la mantiene, prevé tener que realizar despidos a lo largo de 2021
  • Hay que recordar, además, el último dato ofrecido por la OMT hace sólo unos días: uno de cada tres destinos del mundo se encuentra actualmente cerrado al turismo internacional

Madrid, 11 de marzo de 2021.— Estos días se cumple el primer aniversario del primer decreto de estado de alarma en nuestro país, como consecuencia de la emergencia sanitaria y social generada por la COVID-19 en todo el mundo. 

Un lapso de tiempo en el que las agencias de viajes apenas han podido regresar a su normalidad, a causa de los confinamientos domiciliarios, bloqueos fronterizos y cierres perimetrales. Este hecho supone que durante cerca de 365 días sus profesionales —aproximadamente unos 70.000 antes de la crisis— apenas han podido trabajar o lo han hecho de forma muy limitada. 

En este contexto, la Unión Nacional de Agencias de Viajes (UNAV), entidad que agrupa a un total de 3.670 puntos de ventas, que dan empleo a cerca de 5.000 trabajadores (antes de la pandemia), hace un balance muy pesimista de la situación, agravado por la clausura perimetral en Semana Santa que se ha anunciado y por un ritmo de vacunación que, de no aumentar, resultaría a todas luces insuficiente para llegar a la temporada de verano. 
“Y todo ello”, según José Luis Méndez, presidente de UNAV, “sin disponer de ayudas directas de apoyo a nuestros negocios, más allá de créditos y deducciones fiscales que sólo aumentan nuestro endeudamiento”. 

En este sentido, UNAV reclamó recientemente al Gobierno “concreción” en el paquete de ayudas de 11.000 millones de euros que anunció en sede parlamentaria y, sobre todo, conocer qué parte de ese dinero se destinaría a las agencias de viajes, “pues es uno de los sectores más afectados por la pandemia y por las restricciones a la movilidad impuestas, y sus profesionales se encuentran ya al límite de sus fuerzas”. 

De hecho, con la crisis sanitaria las agencias de viajes han perdido cerca del 80 por ciento de su facturación en 2020 y temen que sin ayudas directas puedan cerrar 4 de cada 10 agencias de viaje en España. 

Además, con el panorama actual, el 84,5% de los agentes de viajes creen que será imposible recuperar los niveles de facturación del año previo a la pandemia. El 72,3% de los profesionales considera que, en el mejor de los escenarios, y con la situación razonablemente normalizada, facturarían la mitad que en 2019 o menos, aunque la estimación más frecuente es que facturarían entre el 30% y el 50%, según ObservaTUR. 

Otro dato preocupante: tres de cada 10 agencias no han podido mantener a toda su plantilla en 2020 y, un 23%, aunque aún la mantiene, prevé tener que realizar despidos próximamente. 

A todas estas cifras, hay que añadir, por otro lado, el último dato ofrecido por la OMT: uno de cada tres destinos del mundo se encuentra actualmente completamente cerrado al turismo internacional. 

José Luis Méndez, presidente de UNAV: “Un año después del inicio de esta crisis sanitaria, que ha derivado en una crisis económica sin precedentes, no podemos ser más pesimistas con nuestra situación. Los agentes de viajes queremos trabajar, pero no podemos y tenemos que tener nuestros negocios cerrados. Y hemos tenido que echar el cierre prácticamente todos los días durante el último año. Por ello reclamamos mayor sensibilidad hacia nuestro colectivo. Porque no es cierto lo que decía el Gobierno: las agencias, un año después de la pandemia, y sin poder trabajar en circunstancias normales, nos estamos quedando atrás. Necesitamos ayudas directas para garantizar nuestro futuro”. 
 

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