OPINIÓN / Un compromiso que sí tiene un precio: la profesionalidad

  • El pasado viernes día 19, se produjo en todo el mundo una de las mayores caídas informáticas de la historia, afectando a todos los sectores de la economía
  • Esta circustancia incidió, muy especialmente, en la industria del turismo y los viajes, obligando a muchas compañías a suspender temporalmente su actividad o a procesar manualmente sus servicios
  • En plena temporada veraniega, más de 30.000 vuelos se vieron retrasados y en torno a 4.000 cancelados en todo el mundo
  • Ante estos hechos extraordinarios, una vez más asomó la profesionalidad de los agentes de viajes, que de nuevo resultaron ser la "tabla de salvacion" de los viajeros, tal y como describe en su artículo Mª Dolores Serrano, responsable de UNAV Legal-Deiurem

 

Mª Dolores Serrano Castro

RESPONSABLE DE UNAV LEGAL-DEIUREM

La labor del agente de viajes, cuando el viajero se ve afectado por una circunstancia extraordinaria, "no tiene precio."

Nuevamente los agentes de viajes resultan ser la tabla de salvación de los viajeros.

Y es que desde la mañana del pasado viernes cuando comenzaron los problemas en múltiples aeropuertos mundiales como consecuencia de la caída de las redes de Microsoft, los agentes de viajes están asistiendo a sus clientes para tratar de proporcionarles la mejor de las ayudas en estas circunstancias.

En esta ocasión, el problema se produce un viernes del mes de julio cuando muchísimas personas estaban disfrutando o a punto de comenzar sus anheladas vacaciones.

Ese caos que se genera cuando los vuelos son retrasados y cancelados, en este caso por una circunstancia de fuerza mayor como ha sido un fallo informático, tiene un trasfondo mucho mayor, abarcando un sinfín de situaciones personales detrás.

Los agentes de viajes trabajan para que los viajeros que no pueden salir de viaje debido a que su vuelo se encuentra cancelado, puedan recibir de las aerolíneas la asistencia que les corresponde, principalmente manutención, alojamiento y una reubicación en un nuevo vuelo para poder emprender su viaje.

También para que el pasajero que se encuentra en destino y no puede continuar con su itinerario, reciba alternativas para hacerlo, coordinando los servicios que tenía contratados con otros que todavía sea posible disfrutar y evitando así la frustración de su viaje.

Sin embargo, todo esto que sobre el papel puede parecer sencillo, entraña una gran complejidad ya que requiere de la colaboración y coordinación de todos aquellos que intervienen en la cadena de prestación de servicios de un viaje y así se hace necesario contactar con alojamientos, transferistas, guías, restaurantes, etc y solicitarles la modificación de sus servicios cuando muchas veces ni siquiera se sabe en qué momento el cliente podrá volar ni cual será la alternativa que reciba por parte de la aerolínea.

Cualquiera que haya sufrido un percance de este tipo sabe que la sensación que se tiene cuando se puede contar alguien a quien se puede realizar una llamada telefónica a cualquier hora  y que se va ocupar de realizar todo lo anterior, como se suele decir, "no tiene precio".

Y es que, en situaciones así, es cuando asoma el profesional riguroso, experto, que  pone su conocimiento y 'expertise'  al servicio de los sueños de sus clientes, para que su viaje no se convierta en una mala pesadilla.