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En Windows, la forma básica de compartir información entre aplicaciones (datos, gráficos, etc) se basa en el Portapapeles.
El Portapapeles actúa como un almacén temporal interno donde se depositan temporalmente los datos que queremos traspasar entre dos aplicaciones mediante los comandos Cortar o Copiar en una, y Pegar en la otra.
El Portapapeles permite mover texto, gráficos, celdas de una hoja de cálculo, partes de un archivo multimedia u objetos OLE desde una ubicación a otra.
Una vez que una información está en el Portapapeles, esta se mantendrá allí hasta que se copie otra nueva (destruyendo la antigua si no se ha guardado), o hasta que se cierre la aplicación origen de la información.
Como la información está en el Portapapeles, esta se puede copiar en tantas aplicaciones o documentos como se desee, simplemente ejecutando el comando Pegar, y por lo tanto no es necesario hacer nuevos Cortar o Copiar.
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